Mostrando las entradas con la etiqueta luna. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta luna. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de junio de 2010

La Menstruación es ROJA (2)


Las hormonas y sus formas.

Hace poco le estaba comentando a una amiga lo mal que me había sentido un sábado en casa, ya que me había levantado con el estómago revuelto y de un humor de los mil demonios. Le contaba, para reirme de mí misma, que apenas se levantó le dije a miamorcito "amor, hoy me levanté insoportable, así que no le hagas mucho caso a esta carota que tengo". Mi esposo, hombre al fin, me dijo "pero pisi, cambia ese ánimo" y les juro que me provocó matarlo... lo amo, es cierto, pero en ese momento me provocó matarlo... ¿cómo se le ocurre hacer semejante comentario? es que lo que me provocó fue agarrar todas las hormonas de mi cuerpo, inyectárselas en sus venas y retarlo (seguramente con los ojos desorbitados y el cabello muy despeinado): "ahora vamos a ver qué coño haces con esa vaina"... jajajajajajaja... ¿se imaginan? sería divertido verlo, ¿no creen?

En fin, mi amiga escuchó toda la historia y por supuesto suspiró diciendo "ufff hombres!!!" y también se rió conmigo. Entonces comenzamos a hablar de los ciclos menstruales y de cómo las hormonas nos "alteran" nuestro estado de ánimo y entonces me dijo "hace tiempo yo me di cuenta que cuando las hormonas están a millón en realidad no soy yo, pareciera que otra persona me poseyera"

Aquello me impactó, como ya llevo un tiempo leyendo y aceptando lo hermoso de la menstruación y nuestras hormonas, me parecía inaudito escuchar a alguien hablando así de sus propias hormonas. Y me hizo pensar en la forma tan diferente como cada quien percibe y vive su propio cuerpo.

Mi experiencia ha sido muy distinta, un día yo entendí que las hormonas lejos de convertirnos en algo que no somos, por el contrario nos hacen conectarnos con esa mujer dormida dentro de nosotras, esa mujer que no ha podido desarrollarse en esta sociedad patriarcal, esa mujer que somos y no conocemos, esa mujer encerrada y ocultada en lo más profundo de nosotras mismas, cual Ereshkigal herida.

Y ahora quiero exponerles aquí lo que siento al respecto. Es mi experiencia, no tiene por qué ser una verdad para todas las mujeres del mundo. Sólo son mis aprendizajes y los escribo aquí por si a alguien les son útiles:

Las mujeres hemos tenido que aprender a (sobre)vivir en un mundo diseñado por los hombres para los hombres. Hemos llegado a este mundo y sin darnos cuenta nos han vendido la imagen de un Dios totalmente masculino, pero que puede procrear. Algo totalmente contrario a la naturaleza que ese mismo Dios creó, pero bueno, ese no es el tema de este escrito.

Es decir, desde niñas nos ha quitado el regalo más grande que la Diosa nos ha dado: la maternidad. Y desde ese momento, ya sin nuestro verdadero poder, hemos aceptado un montonón de cosas más, aunque todas ellas estuvieran en contra de nosotras mismas.
A mí no se me hace difícil entender que si tenemos siglos dedicándonos a ser lo que se espera que seamos y no lo que realmente somos, tarde o temprano nuestro verdadero Ser herido va a explotar, para poder salir... y mientras más lo queramos dominar o acallar, más violenta y destructiva será su salida.
Cuando la Diosa Innana bajó a las profundidades del mundo subterráneo y se enfrentó con su hermana Ereshkigal, se encontró con una Diosa herida por el rechazo, llena de rabia, de rencor, de deseos de venganza. Ereshkigal es la parte escondida de Innana, esa parte que Ella no quería mostrar al mundo porque no coincidía con lo políticamente correcto, pero que igual formaba parte fundamental e indisoluble con el Yo mostrado. Es su parte oscura, su parte que la avergüenza, la parte que ni Ella quisiera ver de sí misma. Obviamente, Ereshkigal tiene que sentirse herida, maltratada, rechazada... pero si un día Ereshkigal sale del mundo subterráneo y llega a la superficie ¿creen ustedes que al llegar allí se va a sentir encandilada y asustada? no lo creo, yo creo que llegará llena de furia y de deseos de venganza... a menos que, antes de salir, haya curado todas sus heridas, ayudada por  el amor y la aceptación de la propia Innana.

Yo siento que cuando las hormonas nos "poseen" sí somos nosotras mismas quienes seguimos llevando el timón, lo que pasa es que es una parte de nosotras que no conocemos, porque nos hemos comido el cuento de que somos eso que nos enseña el espejo y eso que mostramos a los demás y a nosotras mismas en el día a día.

Muy bien lo explicó Jean Shinoda Bolen en su libro Las Diosas de Cada Mujer, cuando propuso siete arquetipos de Diosas griegas como herramienta para ayudar en la práctica del psicoanálisis femenino. Según la Jean, todas tenemos estos "poderosos patrones internos"  (estos arquetipos) que "son resondables de las principales diferencias entre las mujeres". Algunas de sus características son bien vistas por el patrón moral de nuestra sociedad, mientras que otras no. Cada mujer, en función de la Diosa que tiene activa dentro de sí, eligirá (concientemente o no) qué mostrar y qué no mostrar de dicho arquetipo. Mientras más Diosas tenga activas, más complicada será ella, especialmente para que sus semejantes hagan algo que a todos nos encanta hacer: etiquetarla.

Yo siento que cuando las hormonas "me poseen", es una oportunidad que la Madre Naturaleza, la Luna, la mismísima Diosa me da para ponerme en contacto con esa Leticia reprimida que hay dentro de mí y que me ha dado miedo a mostrarme a mí misma, con mi propia Ereshkigal. Es un respiro dentro del día a día, de la rutina que me ahoga y en la que me pierdo siendo madre, esposa, ama de casa, geóloga, hija y ciudadana... y en la que se me olvida, o no tengo tiempo o no tengo fuerza para ser Leticia.
Cuando la menstruación me lleva

Pero cuando las hormonas me poseen, cuando me pongo en contacto con mi Ereshkigal herida, entonces lloro, grito, me deprimo, me pregunto ¿qué estoy haciendo con mi Vida? ¿esto es lo que realmente quiero para mí? y dentro de todo ese vade mecum(1) que llevo dentro de mí a pesar de mis lágrimas y de mi desdicha... le doy gracias a la Diosa por recordarme con ese color rojo brillante que yo no soy sólo esa mujer que se levanta todos los días frente al espejo, se arregla lo mejor que puede (y lo mejor que me provoca, porque a veces no quiero ni vestirme) y sale a la calle a seguir siendo fragmentadamente mamá, esposa, ama de casa, geóloga, hija y ciudadana, que soy mucho más... pero que si no me dedico a descubrir ese mucho más que soy, Ereshkigal seguirá herida, y yo no seré verdaderamente feliz.

Por eso, para mí: Bienvenidas las Hormonas!! Bienvenida la Menstruación!!!

Es una bendición de la Diosa,

Leticia.-








___________________________

Notas:
(1) Vade Mecum, literalmente "va conmigo" en latín
Imagen:
Red Earth Flowing Dancer por Paul Heussenstamn

La imagen que titulé "Cuando la menstruación me lleva" no sé de quién es, así que por favor si alguien lo sabe, déjeme saber, para colocar su nombre, como corresponde. 








domingo, 13 de junio de 2010

La menstruación es ROJA (1)

 
Las Pastillas Anticonceptivas.

Durante muchos años usé pastillas anticonceptivas. Sólo cuando entré en el Camino de la Diosa (y también requerí unos años más) fue que comencé a entender lo importante de mi Ciclo Menstrual.

El tomar pastillas anticonceptivas me quitó el conocer a mi cuerpo mientras él fue formándose en lo que hoy en día es: un cuerpo de mujer adulta. Me hizo sorda a los latidos de mi útero... o más bien debería decir que le tapó la boca a mi útero para que no me hablara (aunque debo reconocer que en ese momento mi actitud ante la menstruación se parecía más a la de las propagandas de toallas sanitarias, incluyendo su menstruación azul, que a la de alguien que realmente quiere escuchar su útero).

Dejé de aprender a identificar cuándo mi cuerpo es fértil y cuando no, es decir, perdí el poder de decidir cuándo ser madre y cuándo no.

Dejé de aprender cómo se relacionan mis cambios con los de la Luna.

Dejé de entender qué significa para la mujer Ser Mujer, Ser Lunática, ser Dadora de Vida.... y toda esta maravilla la estaba perdiendo siendo yo la primera cómplice de tal traición a mi cuerpo. Estaba sucediendo con mi total aprobación.

Cuando conocí a mi esposo y decidimos comenzar a buscar a Miranda, dejé de tomar las pastillas. Una amiga me dijo que esperara unos dos o tres meses sin concebir, para darle tiempo a mi cuerpo de deshacerse de las hormonas que aún estarían dando vueltas por mi cuerpo. Eso me dio unos tres o cuatro meses para observar a mi cuerpo antes de iniciar el embarazo, con todas sus hermosas novedades y descubrimientos.

Imagínense ustedes, fue mi esposo quien me guió, hasta donde pudo, en esta etapa: un hombre!!!! un hombre que había tenido suficiente sensibilidad para observar a sus anteriores parejas y entender su ciclo y cómo cambiaban ellas no sólo externamente, sino también sus flujos. A veces yo le decía "hoy está más blanquecino y se estira menos" y él me hacía algún comentario al respecto sobre qué tan lejos o cerca le parecía que podía estar mi período fértil..

Esto es además bien irónico porque si hay alguien en este mundo que conoce al pelo su ciclo (ya que jamás tomó pastillas) es mi mamá, fiel seguidora del Método Billings, pero a quien nunca le pedí que me lo enseñara porque, total, las pastillas eran una forma mucho más cómoda y fácil de lograr lo mismo.

Pasaron esos tres o cuatro meses y salí embarazada... y entonces comencé otra etapa de mi Vida en la que mi cuerpo estaba experimentando y enseñándome otras maravillas del Ser Mujer... y si bien no me olvidé del aprendizaje que había comenzado unos meses atrás, debí posponerlo hasta nuevo aviso.

Al parir le dije a mi doctor "Alberto, no quiero volver a usar pastillas anticonceptivas" y me ofreció el aparato, o como él lo llama: el DIU (Dispositivo Intra-Uterino). Me explicó que la anticoncepción sucede porque este aparato altera la química (no sé si el pH, o la composición) de las paredes del útero, lo cual no permite que el óvulo fecundado se anide y se quede para comenzar la gestación. Entonces le dije "o sea, que podría ser que muchas veces suceda la fecundación, sólo que ese embrión se va a caer y no crecerá dentro de mí??" y me dijo "", un poco incómodo porque sabía que yo en realidad le estaba preguntando si eso quería decir que podría estar abortando todos los meses sin darme cuenta. Pero al final, como pensé que sería menos invasivo que las pastillas, dándome la misma "seguridad" de anticoncepción, lo tomé.

Pasé con el DIU casi tres años. Pude comenzar a experimentar cambios mensuales en mi cuerpo que antes no había experimentado. Pude conectarme con mis cambios de humor, de estar cansada o eléctrica, de estar hipersensible o indiferente, de estar con ganas de quedarme sola todo un fin de semana o no soportar el silencio de la casa, de encantarme mi Vida o llorar porque "esto no es lo que quiero para mí..." etc, etc, etc... y comenzó una nueva etapa de descubrimientos para mí. Estaba feliz porque pensaba que ahora "mi cuerpo sí era mío" y "descubrí" que en realidad mi ciclo duraba 25-26 días, y no de 28-30 como se supone que le sucede a la mayoría de las mujeres, pero ante la respuesta de Alberto de que mientras no fuera de menos días no me preocupara, no me preocupé. Admeás me encantó otro descubrimiento: yo era un relojito con la regla.

Entonces decidí tener a mi segundo bebé. Me quité el DIU, y le pregunté a mi doctor "va a cambiar mucho mi cuerpo o mi ciclo ahora que no lo tengo??" y me dijo "no, para nada, no tiene por qué". Pero qué va, casi que desde esa misma noche sentí a mi cuerpo distinto, casi podría decir que lo sentí agradecido, porque sentí más relajado y feliz a mi útero, no sé cómo explicarles esto, sólo sé que es así.

Y entonces tuve la oportunidad de volver a disfrutar a mi cuerpo sin extraños en él, y pude darme cuenta que mi ciclo no dura 26 días sino 28!!! Me sentí tan feliz y tan honrada al ver que mi ciclo dura lo mismo que el de la Luna!!! Me di cuenta que los flujos volvieron a cambiar, y que lo que yo había experimentado los últimos tres años no era en realidad mi verdadero ciclo. Indiscutiblemente era un ciclo menos "invadido" que con las pastillas, pero aún no era Yo.

Y ahora estoy embarazada de nuevo, cuatro meses después de haberme quitado el DIU, iniciando un segundo nuevo y hermoso viaje mágico en mi Vida.... y con la pregunta ¿qué voy a hacer cuando el bebé nazca y tenga que volver a pensar en un método anticonceptivo?

Estoy segura que la Pachamama me guiará en encontrar la respuesta,

Leticia.-



Imagen:
Tomada del portal de la fotógrafa Isa Sanz




 

miércoles, 20 de enero de 2010

Ritual para celebrar a la Madre Tierra




Propuesta Pagana 

La Tierra sigue temblando... y es por falta de amor. Unámonos en un ritual para conectarnos con Su corazón y pedirle que nos ayude a abrir el nuestro. A volver a confiar y a ser confiables...

El próximo 23 de enero la luna en cuarto creciente estará en media luna exacta en el signo de Tauro. Les propongo unirnos en una ceremonia, a las 20hs. para celebrar a la Madre Tierra de todas las formas que a Ella le gustan, para darle nuestro amor.

Te esperamos en el Templo de la Diosa, en Capilla del Monte. Trae un objeto sagrado para el altar y comidas y/o bebidas para compartir luego y prolongar nuestra celebración con los frutos que Ella nos brinda.


Si vives en otro sitio, convoca a tus amistades, círculo de mujeres o familia para unirse donde quiera que estén a esta celebración que pueden manifestar a través de círculos de tabaco sagrado, danzas y cantos sagrados, tamboreada o haciendo el amor con alguien a quien quieran mucho... mucho!

Las mujeres quienes estén en su tiempo sagrado de Luna Roja, pueden también ofrendarla a la Mamita Tierra y a esta Luna creciente para pedir que se multiplique, al igual que Ella, todo lo que le estaremos entregando.

El ingreso a esta ceremonia es con entrada libre y gratuita, pero son bienvenidas todas las donaciones y contribuciones que deseen ofrendar al Templo!

Por favor, confirmar presencia al 03548 487049 (Argentina)

Te invita:
Sandra Román
Sacerdotisa de Avalon
Sacerdotisa de la Diosa de la Cruz del Sur







Imagen:
No conozco su autor@, si alguien l@ conoce, por favor háganme llegar el dato, gracias!!




 

lunes, 30 de noviembre de 2009

Poema a la Diosa, escrito por mi papá






Me metí en mi correo a buscar un poema para la Diosa que escribió una amiga, y me tropecé con esta historia que mañana cumplirá un año.

Es que la Pachamama es una cosa seria... hay días, como hoy, que me muestra su rostro tan a cada rato que no hago más que caminar levitando, porque me siento totalmente dentro de Ella, como las primeras frases de la oración Madre Nuestra.

Esta es la historia:

El 1 de diciembre del año pasado mi mamá me envió un MSM diciéndome "mira la luna". Estaba nublado, así que la llamé y me dijo : "es una conjunción de la Luna Nueva con Júpiter y Venus, es bellísimo" ... recordé que unos años atrás también la había visto y sonreí...

Antes de acostarme, revisé el correo y me encontré con este regalo:




Esta noche pude ver

Esta noche pude ver
A la Luna engalanada
Con dos planetas brillantes
Que custodiándola estaban.

Luciendo cachitos altos
Se pavoneaba en el cielo
Camino hacia el plenilunio
Previo a la lluvia de estrellas.

En conjunción junto a Venus
Con Júpiter a su lado
Era la Luna más Diosa
Que todo lo imaginado.

 
Así me quedé pensando
Que la Luna, cual mujer,
Para alumbrar desde el cielo
¡Brujísima debe ser!
 

José Ángel Ortega
01-12-08




Nota:
Imagen tomada de:

Premios

Hace un mes Ayla Viento vino a susurrarme al oido que tenía un regalito en su blog. Mil gracias Ayla por este regalo tan hermoso y por los ...